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El escudo de Buenos Aires luego de las invasiones inglesas |
Carta del comandante comodoro Popham a
Lord Castlereagh
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Fuente: Las invasiones inglesas, de Isaac R. Pearson, Litografía e imprenta Méjico, Buenos Aires, 1901. |
"Buenos Aires es la mejor situación
comercial de Sud América. Es el gran centro y emporio del comercio de todas
sus provincias, es el canal por el que anualmente pasa una gran porción de
las riquezas de los reinos de Chile y del Perú. Estas ventajas han sido tan
fuertemente excitadas en una publicación provincial y semanal, que tengo en
mi poder (El Telégrafo Mercantil de Buenos Aires), que el
gobierno español fue obligado a intervenir y detener su ulterior progreso;
puesto que estaba evidentemente escrito para inducir á la Gran Bretaña a que
se aprovechase del negligente estado en que se dejaban esas valiosas colonias
de la madre patria. (...) Aparece también, por obra ya citada, que anualmente
entran en el puerto de Montevideo seiscientos buques costaneros, y ciento
treinta buques europeos; y que próximamente sale el mismo número; pero en
esta comunicación comercial las exacciones, impuestos y restricciones, son
tan arbitrarios, que los naturales están en estado de revuelta. Hasta aquí me
he fijado principalmente en el comercio de exportación de esas colonias, que
goza de todas las ventajas de fácil transporte por el Paraguay y otros
grandes ríos que son navegables centenares de millas desde Buenos Aires.
Estas ventajas son también aplicables á la importación de manufacturas de la
Gran Bretaña, y cuando consideramos que cuando menos seis millones de
habitantes están al alcance de un tal surtido, me atrevo á someteros si aun
un estímulo temporario a nuestros pueblos manufactureros, no será suficiente
para justificar la tentativa que ahora se agita, aun bajo menos favorables
esperanzas de buen éxito. (...)
Un eminente comerciante de la ciudad
de Londres, me informó (...) que Montevideo estaba muy indefenso, que mil
hombres obtendrían fácilmente posesión de la plaza y de Buenos Aires, que es
un pueblo abierto; que después que las tropas españolas se separen del país,
los naturales conservarían fácilmente posesión de él, mediante las mejoras de
sus derechos de exportación e importación, y de otros impuestos pesados y
opresivos (...).
Hay también un inglés, (…) que ha
residido ocho años en Buenos Aires, dos de los cuales ha sido intérprete en
la Aduana; sus noticias con respecto á Montevideo son idénticas a las de la
persona precedente, y mucho más positivas con respecto a Buenos Aires, que es
un puerto abierto. Él asegura que nunca ha habido en Buenos Aires mil
soldados de línea, mientras que ha estado allí; que en este momento no
concibe que pueda haber seiscientos en ambas Plazas; y que la disposición de
los habitantes es tan adversa al gobierno existente, que ayudarán
materialmente a la conquista de la Plaza."
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