Dieciséis
Por Daniela Camozzi
Conjurar
el horror exige hallar modos para que no permanezca obturado eso que,
si no se articula en palabras, se hace náusea y angustia pura. No
debemos
dejar que eso pase. Hay que encontrar, entonces, maneras de decir el
horror. Así, recurrimos a los números: las fechas, las edades, los años.
Y a un número en particular: dieciséis.
El
dieciséis de septiembre de 1955, la Revolución Libertadora derroca al
gobierno democrático de Juan Domingo Perón. Fusilamientos,
persecuciones, asesinatos:
la ceguera del odio. Se proscribe el peronismo y nace la Resistencia
Peronista. Veintiún años después, el dieciséis de septiembre de 1976,
iniciada ya la dictadura cívico-militar que desaparece, tortura y mata a
decenas de miles, un grupo de estudiantes secundarios,
en su mayoría militantes de la UES, son secuestrados en La Plata: es la
Noche de los Lápices, el espanto de la tortura, la atrocidad de las
vejaciones a diez chicos y chicas de poco más de dieciséis años. Sólo
cuatro de estos diez compañeros han sobrevivido.
Y
treinta y seis años después, el dieciséis de septiembre de 2012,
tenemos el orgullo, la alegría, de ya no tener que relatar el horror: la
política es,
otra vez, reconocida como el lugar fundamental para la transformación
social, con la participación y el protagonismo de la juventud. Y esta
conmemoración llega, precisamente, cuando se debate en el Congreso
Nacional el derecho de voto a partir de los -sí- dieciséis.
Cómo no pensar que esa ley debería llevar el nombre de los chicos de la
Noche de los Lápices.
A
Pablo, a Emilce, dos de los cuatro sobrevivientes, los escuchamos en la
concentración en Plaza de Mayo de este año, con la voz quebrada ellos,
con un
nudo en la garganta nosotros. Pero todos firmes, concientes del momento
histórico que vivimos y de que la emoción de estar reunidos para
mantener viva la memoria, se traduciría luego en palabra y en acción, en
continuidad
de lucha militante por una patria justa y soberana. La misma lucha de aquellos compañeros a los que les arrebataron
su juventud, su vida, cuando apenas tenían dieciséis.
Etiquetas:
opinión

Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario